Día de la Felicidad
El pasado 20 de marzo fue el Día Internacional de la Felicidad, y nuestro centro lo ha celebrado con una serie de charlas sobre el tema impartidas por nuestro compañero de Filosofía Daniel Martín Hidalgo, quien es además escritor. Estas charlas se han prolongado a lo largo del mes de abril para beneficiar a varios grupos de alumnos.
Desde un principio, Daniel estableció que la literatura tiene mucho que ver con la felicidad, pues en cierta manera la lectura condiciona el concepto que tenemos de esta. Así, explicó a nuestros alumnos que la felicidad no depende de nuestras circunstancias, sino de cada una de las decisiones que tomamos a diario. En este sentido es muy importante que esas decisiones sean equilibradas y, sobre todo, le den sentido a nuestra vida.
La felicidad es algo tan importante que en disciplinas como Ciencias, Filosofía, Arte o Literatura se les ha dedicado siempre un espacio. En este sentido el ser humano se hace preguntas: ¿Se puede aprender a ser feliz? ¿Hay una fórmula de la felicidad? La respuesta a todas estas cuestiones es sí.
Lo primero es deshacer prejuicios y mostrar empatía, pues la felicidad es algo complejo y diferente para cada persona. Pero sí algo es universal en este tema, es que la felicidad necesita de un equilibrio con uno mismo y con los demás. Así que otra clave en esta cuestión es el autoconocimiento.
A partir de aquí, Daniel explicó las diferencias entre placer y felicidad, mostrando los tipos de placeres (naturales, necesarios o innecesarios) y cómo la clave está en lo que Epicuro llamó la “dietética del placer”. Otra clave para conseguir la felicidad está en erradicar los miedos que a veces nos hacen perder grandes oportunidades.
Por último, nos enseñó la llamada “calculadora de la felicidad”, basada en una serie de parámetros que permiten analizar nuestro grado de felicidad, finalizando con la importancia del amor en sentido amplio como factor esencial para conseguir la felicidad. De hecho, Daniel acabó con una palabra muy especial: “YOTROS”, la cual nos muestra que la clave está en compartir.
Desde aquí damos las gracias a nuestro compañero Daniel por su generosidad y labor desinteresada.